pH de los productos de limpieza, ¿cuál elegir para cada superficie?
El pH (potencial de hidrógeno) es una medida de la acidez o alcalinidad de una solución acuosa. Es importante conocer el potencial de hidrógeno de un producto para saber si dañará la superficie a limpiar, qué tipo de suciedad eliminará y si puede ser peligroso para nuestra salud.
La piel de las personas tiene un pH alrededor del 5,5, por lo que si un limpiador tiene un potencial de hidrógeno inferior puede producir irritaciones. Lo mismo ocurre con las superficies a limpiar, si utilizamos un producto con un pH muy ácido para limpiar superficies delicadas podemos dañarlas. En Arumes indicamos el pH de cada producto en la etiqueta para limpiar y proteger las superficies.
La mayoría de productos de limpieza están diseñados para usarse en superficies concretas y con niveles de pH específicos. El uso de un limpiador con un nivel de pH inadecuado puede causar daños irreparables en una superficie. Por eso, es importante leer las etiquetas de los productos de limpieza y seguir las indicaciones de uso, evitando así daños en las superficies y consiguiendo una limpieza efectiva.
¿Cuál es el pH de los productos de limpieza?
La escala de pH va desde el 0 hasta el 14, de este modo se indica si un producto es ácido, neutro o alcalino.
Ácido: pH inferior a 7
Se utilizan para eliminar manchas y residuos minerales, como óxido, calcio y cal. Se usan a menudo para limpiar inodoros, bañeras, lavabos, grifos… Debido a su acidez no se pueden utilizar sobre materiales delicados como cerámica, mármol o granito.
Neutro: pH igual a 7
Limpian superficies delicadas como vidrio, acero inoxidable y madera. No dañan las superficies y son seguros para la mayoría de materiales. Los productos neutros pueden utilizarse para uso profesional y para uso doméstico sin ningún riesgo.
Alcalino: pH superior a 7
Se usan para superficies grasas y aceitosas, como cocinas o garajes. Además, tienen propiedades desinfectantes, eliminan manchas de sangre, proteínas y otros materiales orgánicos. Pueden dañar superficies delicadas como aluminio, cobre o latón.
En resumen, el pH de los productos de limpieza es un factor importante a tener en cuenta al elegir un producto limpiador. Es esencial conocer el pH de los productos de limpieza y asegurarse de que puedan utilizarse en una superficie en concreto.
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